La estatua de la Libertad es otro de los iconos por excelencia de la ciudad de New York.
La estatua se encuentra en Liberty Island, cerca de Ellis Island, al río Hudson. La estatua se trata de un regalo que ofrecieron los franceses a los norteamericanos en 1886 con motivo del centenario de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos y como símbolo de amistad entre las dos naciones.
Por otro lado la Estatua de la Libertad era el primero que veían los inmigrantes a llegar a la ciudad. Ellis Island, la isla que se encuentra justo en el lado, fue durando muchos años la principal aduana de la ciudad, por donde pasaron más de 12 millones de inmigrantes, mayoritariamente europeos.
Nosotros decidimos que no queríamos visitar Ellis Island ni Liberty Island, así que después de cruzar Brooklyn Bridge, cogimos un Water Taxi desde Dumbo Fulton Ferry Landing, comprando el billete Hop-donde/Hop-off. La ruta en sí por el Huston dura aproximadamente 90 minutos, pero la ventaja de este billete es que puedes subir y bajar del barco tantas veces como quieras durando todo el día.
Puesto que cuando estuvimos en la ciudad era en pleno Diciembre y el frío bastante considerable, optamos para tomar la misma decisión que cuando subimos al mirador Top of the Rock: andaríamos todo el día por la ciudad y hacia media tarde subiríamos al Water Taxi para ver el Sky Line de la ciudad y la estatua de la Libertad desde el río tanto de día como por la noche.
La opción fue basta acertada.